¿Existe algún secreto para conseguir la ecualización perfecta? En definitiva, lo que buscamos es un equilibrio para que cualquier melodía o audio quede perfectamente definido.
El objetivo es que los tres tonos (bajo, medio y alto) suenen mucho mejor, tanto en una canción como en un discurso político.
Por ejemplo, a través de la ecualización automática del propio dispositivo se podrá adaptar fácilmente.
Por ejemplo, si captamos ritmos fuertes en la grabación en directo de un concierto de música rock, los canales automáticos podrán potenciar la percusión frente a otros sonidos.
Dependiendo del equipo que utilicemos se podrá realizar la ecualización de forma manual o a través de la configuración interna. Lo que se debe hacer es ajustar el sonido a nuestra preferencia hasta que estemos conformes con lo que realmente buscamos.
Si quieres configurar un ecualizador desde el inicio, lo primero que debes hacer es deslizar el control de frecuencias hacia la parte superior.
Como regla básica tienes que saber que siempre es mucho mejor bajar que aumentar el sonido, si no quieres perder la calidad.
Para todo principiante, siempre se recomienda utilizar la configuración estándar o la denominada «ecualización sonrisa».