En el cine, los rotoscopistas trabajan en aquellas escenas donde fue imposible colocar pantallas verdes, creando máscaras, trabajando fotograma a fotograma para que el recorte quede perfecto.
La rotoscopia no es una técnica nueva, de hecho, se empezó a usar en 1914 en dibujos animados cuando a Max Fleischer se le ocurrió la idea de filmar a actores reales ante la cámara y más tarde pintar los contornos de estos actores dándole a las animaciones un movimiento más real y natural.